Ortodoncia

• Apiñamiento: Los dientes pueden estar mal alineados porque el arco dental sea pequeño o los dientes sean grandes. La mala alineación dental provoca un problema funcional, ya que el paciente pueden ver limitada su función masticatorio por la mala oclusión de sus dientes, un problema de salud bucodental por la probabilidad de aparición de caries y retracción de encías al no poder mantener en muchos casos una higiene óptima, y un problema estético pudiendo afectar en la confianza del paciente.
• Protrusión dental: Generalmente los dientes superiores sobresalen más allá de los valores normales. Esto puede deberse a un problema de descoordinación de los maxilares, por crecimiento deficitario del hueso mandibular respecto al hueso maxilar, por hábitos dañinos como succión del dedo o interposición de la lengua, o problemas funcionales por la falta de equilibrio de las fuerzas oclusales por una mala alineación de los dientes.
• Sobremordida: La sobremordida ocurre cuando los dientes incisivos inferiores se encuentran cubiertos en exceso por los incisivos superiores, en muchos casos, el recubrimiento es total, haciendo que los incisivos inferiores contacten con el paladar. Además del grado de incomodidad, la estética y la alteración funcional por el resto de problemas asociados, los dientes protagonistas suelen desgastarse, la encía implicada suele retraerse y el paladar con frecuencia también se daña.
• Mordida abierta: Nos encontramos ante una mordida abierta cuando los dientes incisivos superiores e inferiores no contactan cuando se produce el cierre de la boca. Además de la limitación durante la masticación, y la apariencia antiestética, la fuerza excesiva que se traslada a los dientes posteriores, provoca un significativo desgaste.
• Diastemas: Se trata de espacios dentales debido a la falta de armonía entre el tamaño dental de los dientes presentes, bien porque son más pequeños de lo normal, o por la ausencia de alguno, el hueso que los sustenta porque es mayor en tamaño, o por una causa mixta.Normalmente esta situación puede producir lesiones en las encías así como un aspecto no agradable.
• Mordida cruzada: Se produce cuando de manera total o parcial los dientes superiores encajan por dentro de los inferiores. Según la gravedad de la maloclusión estarán implicados los huesos o el origen estará únicamente en los dientes.

Los dientes mal alineados son difíciles de higienizar y mantener con buena salud. Esto puede contribuir a que produzcan la aparición de caries, enfermedades de las encías y pérdida de dientes. Otros problemas de ortodoncia no resueltos pueden producir que las superficies de los dientes estén en mal estado, una función masticatoria deficiente, un elevado estrés en el tejido gingival y los huesos que soportan los dientes, mala coordinación ósea, y problemas articulares y musculares que podrían producir dolores crónicos en el área orofacial. Si no se tratan los problemas de ortodoncia, éstos pueden empeorar.

Además, el valor de una buena sonrisa no debe subestimarse. Una apariencia saludable es fundamental para la autoestima y la confianza en las relaciones sociales, por lo que desde el mismo momento que se empiezan a percibir los primeros cambios, la actitud del paciente también se ve modificada positivamente.

El coste de un tratamiento depende de muchos factores, desde la dificultad del problema del paciente hasta el tipo de técnica escogida para resolverlo. Es un tema que queda resuelto después de realizar el diagnóstico correspondiente antes de iniciar el tratamiento. La mayoría de los ortodoncistas suelen ofrecer una planificación de los pagos que se ajustan a las necesidades de cada persona haciendo que el coste del tratamiento sea asequible.

El período de tratamiento activo es muy variable, y se ve condicionado por el origen de la maloclusión, el tipo de tratamiento a realizar, si es ortopedia, ortodoncia o ambos procedimientos, los objetivos a alcanzar, las técnicas empleadas, y la cooperación del paciente.

Los tiempos pueden estimarse cuando el estudio se ha realizado.

Un tratamiento de ortodoncia nos compromete a todos durante un tiempo relativamente pequeño si lo comparamos con los beneficios que obtenemos del mismo. Unos dientes sanos y una hermosa sonrisa nos van a durar para toda la vida.

Algunos pacientes manifiestan pequeñas molestias al inicio del tratamiento días después de haber colocado el aparato. Esto se debe porque se ha puesto en marcha el mecanismo que hará que se produzcan los cambios. El paciente puede sobreponerse a estas sensaciones con un simple analgésico. Así mismo, labios, mejillas y lengua pueden irritarse hasta que el paciente se acomoda. Tu ortodoncista te indicará como superar estos pequeños síntomas que se dan al inicio.

Los pacientes con aparatos deben evitar comer alimentos de consistencia dura o pegajosa, así como ciertos hábitos como morderse las uñas, bolígrafos etc que pueden hacer que los aparatos se deterioren. El deterioro continuo de los aparatos hará que se necesiten más visitas extra al ortodoncista, la incomodidad por parte del paciente y que el tratamiento se alargue más de lo estimado.

También es necesario mantener los dientes y el aparato limpios. Se va a necesitar más tiempo y un cepillado más minucioso que antes de llevar los aparatos. No limpiarse correctamente los dientes y la encía puede suponer la necesidad de más limpiezas profesionales en clínicas, la aparición de problemas como caries y gingivitis, la limitación del tratamiento que puede verse detenido mientras persistan problemas y consecuentemente que finalmente se alargue.

El ortodoncista y el resto del equipo clínico te enseñarán cómo debes mantener una buena salud bucal, tanto con el cepillado que deberás efectuar tras cada comida, y con los elementos accesorios como el hilo dental, cepillo interpoximal y colutorios dentales.

Un tratamiento de ortodoncia exitoso es un camino de dos vías que requiere la colaboración y esfuerzo por parte de ortodoncista y paciente. Para completar con éxito el plan de tratamiento, el paciente debe seguir las indicaciones que se le pautan, tanto los cuidados con los alimentos, la buena higiene y el uso de elásticos intermaxilares que ayudan al buen ajuste de unos dientes con sus correspondientes.